5 minutos. La crisis de Afganistán parece marcar la caída de EEUU como primera potencia. China entiende claramente el mensaje y se mueve con rapidez.
El retiro de las tropas norteamericanas de Afganistán en días pasados, ha terminado convirtiéndose, tal vez, en la mayor derrota de EEUU en el ámbito internacional. Esto ha sido para muchos una muestra de debilidad de Biden, y por lo tanto de la mayor potencia mundial.
Ya anteriormente, el presidente Biden había dado señales de su actuación errática. Un ejemplo es el manejo de la frontera con México. Durante la campaña presidencial prometió desmontar la política de inmigración de Trump. Pero las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera, se dispararon un 71% en marzo de 2021; lo anterior provocó una demanda de los estados de Misuri y Texas. Esto produjo la orden de un juez federal, de restablecer la política migratoria de Donald Trump, de “permanecer en México”.
Tampoco ha pasado desapercibido el insulto que lanzó contra el presidente Putin, cuando en marzo pasado lo llamó “asesino”; este no es un asunto menor en el ámbito de las relaciones diplomáticas.
Sin embargo, lo ocurrido en Afganistán parece marcar un punto de inflexión en cuanto a la imagen internacional de EEUU. Aunque es cierto que el proceso de retirada de tropas se inició en el gobierno pasado, se trataba de un plan desarrollado cuidadosamente para evitar que ese país regresara al caos. Se debía concertar con los talibanes, quienes garantizarían la estabilidad afgana. Y el retiro definitivo solo se daría cuando todas estas garantías pudieran ser verificadas.
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Pero Biden decidió salir precipitadamente, sin haber establecido acuerdos previos. Esto provocó la rápida toma del poder por parte de los talibanes, sin ninguna resistencia. Miles de extranjeros y afganos que colaboraron con el gobierno depuesto quedaron atrapados. Europa debió movilizarse rápidamente para repatriar a los suyos; EEUU, sin tener un plan de contingencia previsto, también debió comenzar a enviar aviones a Afganistán.
Fue así como el aeropuerto de Kabul se convirtió en un sitio caótico, con miles de personas tratando de obtener un cupo, y las tropas talibanes controlando el acceso al aeropuerto. Cuando venció el plazo y se retiraron definitivamente las tropas americanas, el 31 de agosto, muchos quedaron allí en medio de la incertidumbre, en manos de los imprevisibles extremistas.
Aunque la Casa Blanca insiste en que todo se hizo de acuerdo a lo esperado y que era la única opción válida para el país, a propios y extraños les quedó la percepción de una derrota humillante ante el mundo.
Encima de todo, ISIS llevó a cabo un atentado en el aeropuerto de Kabul donde se perdieron más de 170 vidas, 13 de ellas norteamericanas. Congresistas en EEUU pidieron la renuncia de Biden.
Por su parte, desde China se resalta la vergüenza que todo esto significa para EEUU; y se destaca que el futuro de Taiwán está en manos de un aliado poco fiable.
Putin afirma que lo sucedido es una “catástrofe humanitaria”. Mientras tanto, los países aliados de EEUU sienten que ya no tienen en esta potencia el respaldo poderoso que solían tener.
Toda esta crisis de Afganistán simplemente confirma algo que ya se percibía desde el período electoral. El actual presidente norteamericano no ofrece la garantía de mantener la hegemonía mundial del país.
En un momento en que el poder y la agresividad de China crecen imparables, un presidente de EEUU débil puede llevar a occidente al desastre. El comunismo, que EEUU contuvo por décadas, se está imponiendo en el mundo occidental. Es evidente la simpatía que Biden ha mostrado por muchos de los ideales progresistas. Y su actitud vacilante y errática, unida a su línea de pensamiento, pueden llevar a la extinción de la democracia.
El panorama no es bueno y es posible que debamos prepararnos para la imposición de gobiernos absolutistas que violen nuestros derechos de opinión. Y seguramente para entonces, quien dicte las normas a seguir sea el Partido Comunista Chino. Porque, si Biden representa lo que EEUU es en estos momentos, entonces nos encontramos en el ocaso definitivo de la primera potencia mundial y seguramente China ocupará su lugar.
Editorial VCSradio.net
Foto: Wikimedia Commons
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