5 minutos de lectura. Retiran prendas LGBTI de las tiendas Tarjet para niños, por presión de los consumidores.
Ya está bien de propaganda progresista contraria a la estabilidad de la familia, parece ser el mensaje que consumidores de todo el mundo envían a las grandes corporaciones financieras.
Así podría interpretarse el rechazo a la línea de ropa LGTBI para niños, que lanzó la cadena estadounidense de tiendas Target. El clamor fue de tal magnitud que la línea fue retirada. La reacción fue tan intensa que incluso hubo encuentros violentos entre clientes y vendedores.
La cadena de almacenes expresó en un comunicado del 24 de mayo: “Desde que presentamos la colección de este año, hemos sufrido amenazas que han afectado a la sensación de seguridad y bienestar de los miembros de nuestro equipo en el trabajo”.
Entre las prendas más polémicas se encuentran los vestidos femeninos para baño, diseñados para disimular los genitales de los hombres que se hacen pasar por mujeres, pero no se han deshecho de sus órganos reproductores. También se impugnaron prendas y accesorios de temática ocultista y satánica LGBTQ.
La oferta se inició en mayo, para propiciar el ‘mes del orgullo gay’ que se celebra en junio, pero los planes se frustraron. Este no es un hecho aislado, la empresa cervecera Bu Light sufre hasta ahora pérdidas por 10.000 millones de dólares por el rechazo a su campaña publicitaria impulsada por un hombre trans.
Más aún, la percepción de peligro social que imprimen esas incursiones contrarias a la estabilidad de la familia y que atentan contra los niños, principalmente, impulsó en Estados Unidos más de 500 proyectos de ley contra expresiones del polémico movimiento LGBTQ. Entre ellos, contra el tratamiento de reafirmación de género para los jóvenes y las desvergonzadas actuaciones de travestis ante los niños.
Las personas que manifiestan ‘disforia de género’ ya habían llegado a exigir la utilización de los baños del género opuesto, ocasionando escandalosos espectáculos para horror de las niñas. Además, bastaba con que deportistas, hombres de poca trayectoria, se ‘percibieran’ como mujeres para arrasar, injustamente, en las competencias femeninas.
El ánimo de esas leyes es el de preservar las creencias religiosas, morales o éticas, de la mayoría de sus habitantes, mientras propician el respeto por el sano desarrollo de los infantes, apartando las perniciosas influencias de los exhibicionistas no satisfechos con su género o sexo natural.
Se aprecia un gran despertar en las llamadas ‘mayorías silenciosas’; en estos casos los consumidores hicieron gala de su poderosa voluntad convertida en acción, y obtuvieron los resultados que se propusieron.
No obstante, la guerra será larga y obstinada dado el empeño que lanzan las grandes corporaciones y hasta instituciones de talla internacional como la ONU y la OMS, por sexualizar y distorsionar el desarrollo natural de los niños. Para ello invierten cifras inmensas de dinero en la cuestionada y perjudicial ‘ideología de género’.
Una gran cantidad de personas unidas con el objetivo común de proteger a sus niños y a sus familias, demuestra de esta manera que posee la capacidad de determinar su destino, en vez de relegarse al pasivo rol de víctimas de un sistema económico carente de alma.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Locución, Ignacio Lo Bello
Imagen de portada: Avisos publicitarios de ropa LGTBI. (Toma de pantalla: NBC News).
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