La habilidad de la resiliencia, fundamental para enfrentar las dificultades cotidianas, no solo influye en la salud mental, sino que también tiene un impacto directo en la longevidad. Un estudio reciente ha demostrado que las personas que son mentalmente resilientes tienden a vivir más tiempo, incluso cuando enfrentan enfermedades graves como la diabetes, las cardiopatías o el cáncer.
¿Qué es la resiliencia mental?
Se conoce como resiliencia, la capacidad de las personas para adaptarse a los retos y superar los contratiempos de la vida. La resiliencia mental es también la habilidad de una persona para enfrentarse a las dificultades, adaptarse a los cambios y salir fortalecida de las situaciones adversas.
Ser resiliente no significa no sufrir, sino tener la capacidad de enfrentarse a situaciones difíciles, aprender de ellas y seguir adelante.
Este proceso implica una serie de factores, como la perseverancia, la calma, el sentido de propósito, la autosuficiencia y la aceptación de que algunas experiencias adversas deben ser afrontadas en solitario.
Una de las claves de la resiliencia es la capacidad de aceptar el cambio de manera positiva. Las personas que son resilientes no solo enfrentan las dificultades, sino que también encuentran maneras de adaptarse y evolucionar.
A medida que se enfrentan a los desafíos, estas personas desarrollan un conjunto de habilidades que les permite no solo sobrellevar los problemas, sino también mejorar su bienestar general.
Estudio sobre cómo la resiliencia impacta positivamente la longevidad
Se llevo a cabo una investigación sobre la relación entre la resiliencia mental y la longevidad basada en los datos del Estudio de Salud y Jubilación, una encuesta nacional de más de 10,000 adultos mayores de 50 años en los Estados Unidos.
Durante 12 años, los investigadores siguieron la evolución de los participantes y midieron su resiliencia psicológica mediante un cuestionario que incluía ítems relacionados con la perseverancia, la calma y el sentido de propósito.
El nuevo estudio aparece en la edición del 3 de septiembre de la revista BMJ Mental Health. Los hallazgos indican que tener un propósito y permanecer optimista frente a la incertidumbre puede ayudar a una persona a perseverar en circunstancias que de otro modo podrían reducir la esperanza de vida, concluyeron los investigadores.
Resultado sorprendente de la investigación
El estudio arrojo los siguientes resultados: las personas con una mayor resiliencia psicológica tienen una menor probabilidad de mortalidad por causas subyacentes. Aquellos con puntuaciones más altas en resiliencia tenían un 84% de probabilidad de supervivencia a 10 años, mientras que aquellos con puntuaciones más bajas solo tenían un 61%.
Este efecto protector de la resiliencia mental se mantuvo incluso después de tener en cuenta otros factores de riesgo para la salud, como el tabaquismo y los comportamientos relacionados con la salud.
Además, la resiliencia parece tener un efecto positivo en personas con enfermedades crónicas como la hipertensión, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares.
El papel de la mente en la protección del cuerpo
Una de las conclusiones más importantes de este estudio es que la resiliencia mental no solo mejora la salud mental y emocional l, sino que también tiene un impacto directo en la salud física.
Los investigadores sugieren que la resiliencia psicológica podría estar vinculada a un envejecimiento biológico más lento. Este vínculo podría explicarse a través de los “relojes epigenéticos”, pruebas bioquímicas que miden la edad biológica en función de las modificaciones en el ADN.
Las personas con una mayor resiliencia mental tienden a experimentar un envejecimiento más lento, lo que podría explicar en parte su mayor longevidad.
Este hallazgo se suma a una creciente evidencia que sugiere que la relación entre la mente y el cuerpo es bidireccional.
Por ejemplo, el ejercicio regular, una dieta saludable y la meditación no solo mejoran la salud física, sino que también fomentan la resiliencia mental. A su vez, las personas que son mentalmente resilientes tienden a participar más en estas actividades saludables, lo que refuerza aún más su bienestar general.
Implicaciones para la salud pública
Los resultados de este estudio tienen importantes implicaciones para la salud pública. Los autores del estudio sugieren que las actividades y los tratamientos diseñados para fomentar la resiliencia podrían ser una herramienta poderosa para reducir la mortalidad por todas las causas.
Esto abre la puerta a nuevas formas de enfoque en el tratamiento de enfermedades crónicas y el envejecimiento. Si bien la medicina tradicional se centra en tratar las enfermedades físicas, también podría ser fundamental abordar la salud mental y emocional de los pacientes.
Fomentar la resiliencia a través de programas de terapia, entrenamiento mental y actividades como el yoga o la meditación podría ser un complemento valioso para los tratamientos médicos convencionales.
La practica espiritual Falun Gong basada en los principios de verdad, benevolencia y tolerancia ofrece este tipo de programas y actividades para mejorar salud, cuerpo y mente y lograr enfrentar adversidades y situaciones difíciles en la vida.
La resiliencia como clave para una vida mejor
Un recordatorio poderoso es que la mente y el cuerpo están intrínsecamente conectados, y que cuidar de nuestra salud mental puede ser tan importante como cuidar de nuestra salud física.
Promover la resiliencia en nuestra vida cotidiana, ya sea a través del ejercicio, la meditación o simplemente adoptando una perspectiva positiva, podría ser una de las mejores maneras de asegurar una vida más larga y plena.
Resiliencia desde la psicología
Según la Psicóloga Alba Calleja hay algo curioso en el origen de la palabra resiliencia ya que es un vocablo que se relaciona con el campo de la física pues desde allí, sirve para denominar la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
Viajando al origen etimológico de la palabra, encontramos que, desde el latín, el verbo, resilio, resilire significa saltar hacia atrás, rebotar, es decir, volver a la normalidad.
Pues resulta que este concepto, ha trascendido hasta el campo de la psicología desde esos ámbitos de física y materia, siendo adaptado a las personas y sus capacidades de cambio.
En este sentido el concepto resiliencia se maneja en relación a las habilidades del ser humano ante situaciones complicadas, o choques emocionales…
La persona se convierte en la protagonista no solo de la superación del problema, si no de la integración del mismo en su biografía y su mente de forma correcta.
No se trata de volver a la normalidad, si no de crear normalidad.
No se trata solo de superar, si no de superar correctamente.
De esta forma la resiliencia no se limita solo a la capacidad de sobreposición ante las dificultades, sino que también debe incluir la habilidad para ubicar esas experiencias en nuestra psique, para que de la desgracia se derive la consecución de fortalezas personales.
Artículo escrito por Margarita Restrepo para VCSMedia.net
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