
Cómo Aplicar Técnicas de Mindfulness con Niños y Jóvenes te menciona acerca de esta herramienta que ayuda con la ansiedad, la falta de concentración, a calmar las emociones y a generar aún más la empatía. ¿Cómo se usa? Te contaremos… Puedes leer o escuchar el audio a continaución…
¿Alguna vez has visto a un niño tan nervioso que no puede concentrarse o a un adolescente tan estresado que parece que va a explotar?
Hay una herramienta sencilla, poderosa y al alcance de todos que puede ayudar: el mindfulness.
Pero, ¿cómo se usa con niños y jóvenes? Quédate hasta el final, porque te contaremos un secreto que hará que estas técnicas sean aún más efectivas.
¿Qué es el mindfulness y por qué es importante?
El mindfulness es como un superpoder: significa estar completamente presente en el momento, sin preocuparte por el pasado o el futuro. Es como cuando miras una mariposa en el parque y solo piensas en sus colores, no en la tarea que olvidaste.
Para los niños y jóvenes, esto es clave porque les ayuda a calmar sus emociones, concentrarse mejor y sentirse más felices.
Los niños enfrentan muchas presiones: tareas, exámenes, peleas con amigos o simplemente el caos del día a día. Los maestros y padres también notan que los jóvenes están más ansiosos que nunca. Aquí es donde el mindfulness brilla, porque les da herramientas para manejar el estrés y las emociones fuertes.
En qué situaciones es útil aplicar mindfulness
El mindfulness no es solo para sentarse en silencio. Hay muchas situaciones en las que puede ser un salvavidas para niños y jóvenes. La fundación Pascual Maragall de Barcelona, menciona sus beneficios y cómo puede aplicarse:
1. Cuando están muy nerviosos o ansiosos
Imagina que tu hijo tiene un examen importante o que un adolescente está preocupado por una presentación. El mindfulness puede ayudarlos a calmar su mente y enfocarse. Por ejemplo, una técnica sencilla es la respiración cuadrada: inhala durante 4 segundos, aguanta la respiración 4 segundos, exhala 4 segundos y espera otros 4 segundos antes de volver a empezar. Esto baja la ansiedad en minutos.
2. Antes de una discusión o conflicto
Si un niño está a punto de pelear con su hermano o un estudiante está frustrado en clase, el mindfulness puede ayudar a calmar el ambiente. Una acción simple es pedirles que cierren los ojos y nombren tres cosas que escuchan a su alrededor, como el sonido de un pájaro o el viento. Esto los saca del enojo y los trae al presente.
3. Para mejorar la concentración
¿Tu hijo no puede enfocarse en la tarea? El mindfulness entrena la mente para prestar atención. Un ejercicio divertido es el juego de la uva: dale una uva (o cualquier fruta pequeña) y pídele que la observe como si fuera la primera vez: su color, textura, olor. Luego, que la coma muy despacio, notando cada sabor. Esto enseña a concentrarse en una sola cosa.
4. Cuando están abrumados por emociones
Los niños y jóvenes a veces sienten emociones tan grandes que no saben qué hacer. El mindfulness les ayuda a entender lo que sienten sin dejarse llevar. Por ejemplo, pueden practicar el escáner corporal: se acuestan y cierran los ojos, luego imaginan que una luz recorre su cuerpo desde los pies hasta la cabeza, notando cómo se siente cada parte. Esto los calma y les da claridad.
5. Para dormir mejor
Si un niño no puede dormir porque su mente no para, el mindfulness es perfecto. Una técnica es contar historias relajantes. Pídeles que imaginen un lugar tranquilo, como una playa, y describan lo que ven, escuchan y sienten. Esto los relaja y los prepara para dormir.
Acciones o ejemplos que enseñen cómo aplicar mindfulness
Ahora que sabes en qué situaciones funciona el mindfulness, aquí tienes ejemplos prácticos que padres y maestros pueden usar. Son fáciles, rápidos y no necesitas ser un experto.
Ejemplo 1: El juego de los cinco sentidos
Este ejercicio es ideal para niños pequeños y se puede hacer en cualquier momento. Pídeles que nombren:
- 5 cosas que ven.
- 4 cosas que pueden tocar.
- 3 cosas que escuchan.
- 2 cosas que huelen.
- 1 cosa que saben.
Esto los ayuda a estar presentes y es súper divertido. En el salón, los maestros pueden usarlo para calmar a la clase antes de una lección.
Ejemplo 2: La pausa del superhéroe
Enseña a los niños a hacer una pausa como si fueran superhéroes. Cuando estén nerviosos, diles que se paren rectos, pongan las manos en la cintura (como Superman) y respiren hondo tres veces. Esto les da confianza y los calma. Los adolescentes pueden hacerlo en privado si no quieren llamar la atención.
Ejemplo 3: El tarro de la calma
Este es uno de los favoritos para los más pequeños. Toma un frasco transparente, llénalo con agua, brillantina y un poco de jabón líquido. Cuando el niño esté molesto, pídele que agite el frasco y observe cómo la brillantina se mueve y cae lentamente. Mientras lo hace, debe respirar despacio. Es como magia: la brillantina calma su mente.
Ejemplo 4: Meditación de un minuto
Para los jóvenes, una meditación corta es ideal. Pídeles que cierren los ojos y se concentren solo en su respiración durante un minuto. Si su mente se distrae, que vuelvan a pensar en el aire que entra y sale. Esto es perfecto antes de un examen o una charla importante.
Consejos para padres y maestros
- Sé un ejemplo: Los niños aprenden más de lo que haces que de lo que dices. Practica mindfulness frente a ellos, como respirar hondo cuando estás estresado.
- Hazlo divertido: Usa juegos o historias para que no sientan que es una tarea.
- Sé constante: Practica estas técnicas todos los días, aunque sea por un minuto. Con el tiempo, se vuelve un hábito.
- Adapta las actividades: Los niños pequeños prefieren juegos, mientras que los adolescentes quieren algo más privado y sencillo.
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¡Tú también puedes practicarlo!
¿Recuerdas el secreto que mencioné al principio? Aquí va: el mindfulness no solo ayuda a los niños, sino que también te cambia a ti. Cuando practicas estas técnicas con ellos, tú también te sientes más tranquilo y conectado. Es como un regalo que se multiplica. Imagina un hogar o un salón de clases donde todos saben calmarse y estar presentes. ¡Eso es posible!
Por qué seguir usando mindfulness
El mindfulness no es una moda, es una herramienta que funciona. Estudios muestran que los niños que lo practican tienen menos ansiedad, mejor concentración y más empatía. Para los padres y maestros, es una forma de ayudar a los niños a crecer fuertes, no solo en la escuela, sino en la vida.
Así que, la próxima vez que veas a un niño nervioso o a un adolescente abrumado, prueba una de estas técnicas. No necesitas ser perfecto, solo estar presente. ¿Listo para empezar? Toma un frasco, una uva o simplemente respira hondo… ¡y a practicar!
Redacción, María Luisa Gómez para VCSmedia.net
Locución y edición: Katia Comas
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