La ONG Puertas Abiertas publicó su informe anual sobre persecución al cristianismo, con una lista de los 50 países más perseguidores a esta fe, donde Colombia ocupa el puesto 30. Narcotraficantes, grupos indígenas y entes gubernamentales, son señalados como responsables de la persecución en el país.
De acuerdo a este informe publicado en enero de este año, en 2020 cerca de 260 millones de cristianos -católicos, ortodoxos, protestantes, bautistas, evangélicos y pentecostales- sufrieron persecución alta, o muy alta en 50 países del mundo y 2.283 fueron asesinados.
El estudio refleja que con respecto a 2019, la persecución aumentó en 15 millones de casos, aunque se presentaron 1.312 menos asesinatos. La disminución en muertes se atribuye a la reducción del fenómeno en Nigeria, país que a pesar de la mejora, representa casi el 50% de los asesinados por persecución de esta fe en el mundo.
Otro cambio dramático con respecto a las cifras del año anterior es el de los ataques a iglesias, que pasaron de 1.847 a 9.448.
El informe asegura que, Corea del Norte, continúa encabezando la lista de altos niveles de persecución. Allí 300.000 cristianos deben mantener su fe en secreto. Si son descubiertos, se los envía a campos de trabajos forzosos donde mueren por desnutrición o tortura. El principal causante de la persecución en Corea del Norte es el mismo Estado comunista.
También aparecen países como Afganistán, Somalia, Libia, Pakistán, Sudán, Eritrea, Yemen, Irán, India y Siria, donde hay persecuciones permanentes contra los cristianos, siendo el extremismo islámico el origen de estas.
Además, están Nigeria, Arabia saudí, maldivas, Irak, Egipto, Argelia, Laos, Vietnam, China, República Centroafricana, Marruecos, Burkina Faso, Mali, Nepal, Jordania, Túnez, Turquía, Bangladés, Etiopía, Colombia, y Kenia.
Así mismo, están India, Myanmar, Sri Lanka, Nepal y Bután en donde la persecución surge del nacionalismo religioso.
En Asia, el informe indica que en 2020 China intensificó la persecución sobre los cristianos “en todas las esferas de la vida”, escalando cuatro puestos en la lista, pasó del número 23 al 17. Los creyentes son clandestinos pues cuando son descubiertos, se les amenaza, ataca físicamente y denuncia. Las iglesias perciben al régimen como una amenaza. Restringen el internet y las redes sociales, crean nuevas reglas que limitan la libertad religiosa, como prohibir la venta de biblias en línea.
Colombia está en el puesto 30, donde los ataques a los cristianos se dan cuando estos ofrecen una alternativa a la violencia y a la corrupción.
El informe divide la persecución en Colombia desde tres ángulos:
“Antagonismo étnico, cuando indígenas se convierten al cristianismo.
Corrupción: grupos criminales involucrados en el narcotráfico, extorsión y crimen organizado atacan a cristianos a causa de su fe y valores.
Intolerancia secular: algunas autoridades gubernamentales están intentando erradicar la religión del dominio público e imponer valores que son contrarios a la fe cristiana”.
También indica que los principales agentes de la persecución a cristianos por su fe, son los grupos criminales y guerrilleros disidentes. Los narcotraficantes y las redes criminales atacan a los cristianos cuando estos se oponen a sus prácticas ilegales. También, algunas comunidades indígenas persiguen a cristianos que evangelizan, con la colaboración de autoridades locales. También participan en la persecución a cristianos algunos partidos políticos, movimientos sociales y grupos de presión que rechazan los valores cristianos y tratan de imponer agendas opuestas a la fe cristiana.
En Colombia también existen algunas regiones, donde los líderes de iglesias son amenazados e incluso asesinados por la guerrilla u otros grupos criminales. Normalmente esta violencia se produce en retaliación por el trabajo de la iglesia con jóvenes y ex pandilleros. En los debates públicos, es común que personas intolerantes ridiculicen a los cristianos por sus valores.
Fuente: Puertasabiertas.org