¿Podría haber una cura para el cáncer a la vuelta de la esquina? El último descubrimiento de los científicos de la Universidad de Pensilvania puede ser esa cura tan añorada que muchos han estado esperando.
Durante años, la búsqueda de un gen llamado MYC que se sabe que impulsa el crecimiento del tumor, ha sido un éxito y un fracaso al mismo tiempo, para los científicos. El MYC controla el crecimiento normal de las células, pero ayuda a que los tumores crezcan sin control cuando mutan en cáncer, según el Science Daily.
De acuerdo con Cold Spring Harbor Perspectives in Medicine, la activación del MYC es un sello de iniciación y mantenimiento del cáncer que causa un implacable crecimiento tumoral.
¿Y qué si este gen MYC pudiera ser atacado y detenido? Eso es lo que los científicos han estado intentando hacer, y ahora parece que los investigadores de la Universidad de Pensilvania han llegado más cerca del objetivo —y han descubierto que detener la activación de una sustancia química llamada “ATF4” (factor de transcripción 4)— causa una sobreproducción de proteínas en las células cancerosas, que luego mueren.
“Lo que hemos aprendido es que necesitamos ir más abajo para bloquear el crecimiento del tumor de tal manera que las células cancerosas no puedan escapar fácilmente, y nuestro estudio identifica el objetivo para hacer precisamente eso”, dijo el profesor oncólogo Constantinos Koumenis.
Encontrar el objetivo mencionado por Constantinos implicó probar la teoría sobre el linfoma y las células de cáncer colorrectal de ratones, así como las células de intestino humano, mama y linfoma cultivadas en un laboratorio.
Los científicos encontraron que cuando el ATF4 fue “noqueado”, una acumulación de proteínas como el 4E-BP, que es el compañero proteico del ATF4, continuó acumulándose y causó la muerte de la célula tumoral como resultado del estrés. El resultado final es que las células tumorales se sobreesfuerzan y se autodestruyen.
Constantinos y otros científicos publicaron sus hallazgos el 1 de julio en Nature.
Según un comunicado de prensa de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, esta nueva investigación “puede ser el talón de Aquiles”.
El autor principal, Feven Tameire, añadió: “Esto nos muestra los impactos potenciales de apuntar a ATF4 en tumores dependientes de MYC, algo que ya estamos estudiando”.
“También estamos trabajando para confirmar que este e nfoque no causará ningún efecto grave fuera del objetivo”, agregó.
¿Cómo se descubrió la función del gen MYC? Tras una investigación realizada en 1981 sobre la formación del linfoma en pollos debido al virus de la leucosis aviar, los científicos descubrieron que el ADN del virus se encontraba junto al gen MYC después de que el virus “se introdujera de contrabando” en la célula del pollo.
Cuando el ADN del virus se enciende, también lo hará el gen MYC. “Debido a que el MYC es un gen que normalmente le dice a las células que se dividan en el momento y lugar adecuados, este inesperado ‘encendido’ del MYC hace que las células de pollo se multipliquen fuera de control y formen tumores”, dice el sitio web de Cancer Research UK.
“Los resultados revelaron que el MYC es un oncogén, un gen que normalmente está involucrado en la división celular, pero que puede provocar cáncer si se activa de forma inapropiada”.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (pd f) calcula que en 2018 se diagnosticó la enfermedad a unos 18 millones de personas, lo que se cobró la vida de unos 10 millones de personas. Las estadísticas muestran que alrededor de 1 de cada 5 hombres y 1 de cada 6 mujeres en todo el mundo desarrollan cáncer durante su vida.
Redacción EMG INSPIRED STAFF para La gran Época