Probablemente no sabías que el agua micelar en un principio fue pensada para que la usen personas con pieles sensibles, pero hoy en día se ha hecho muy popular para la limpieza facial y lo usan personas con todo tipo de piel.
El agua micelar es una mezcla acuosa que contiene unos elementos limpiadores llamados tensoactivos que suelen agruparse para formar una micela o glóbulo. Esta formación tiene la capacidad de unirse por uno de sus extremos a elementos acuosos y por el otro a elementos grasos, de acuerdo a lo informado por el blog especializado en el cuidado de la piel, tu piel y tú.
De tal manera se trata de un producto muy ligero al ponerse en contacto con la piel. Las micelas se abren y retienen en su interior las impurezas y residuos de la piel, que en su mayoría son de naturaleza grasa. Por su parte, la parte acuosa de la mezcla, realiza la tarea de limpieza y arrastra las impurezas. Termina siendo un producto muy eficaz en la limpieza, es muy ligero, no deja restos grasos y no necesita aclarado.
Aquí tienes algunos tips para el uso de este producto:
1. No necesitas usar productos complementarios al agua micelar ya que esta sirve para desmaquillar el rostro, labios y ojos, y gracias a su fórmula que limpia y tonifica a la vez, no necesita aclarado. Debido al gran poder de arrastre sin que haga falta frotar, se puede usar en la zona del ojo sin lastimar. Además, limpia muy fácilmente los residuos de rojo de los labios ya que tiene mucha atracción por los restos grasos.
Si son muchos los residuos a eliminar, se tendrá que usar varias veces.
2. No hace falta frotar ni arrastrar el algodón por la cara, debido a que las micelas, al tomar contacto con la piel, tienen la capacidad de recoger el exceso de maquillaje, suciedad, sebo, etc., como si fuera un imán.
3. No debes ser mezquina con el uso, pues para que este producto funcione correctamente hay que poner la cantidad justa en el algodón, porque si se pone menos de lo necesario, se va a tener que frotar, pero si se pone más, el agua va a resbalar por la piel.
4. Aplicar de forma ordenada: Se aconseja comenzar por la zona del ojo, presionando suavemente y deslizando el algodón por los párpados desde el lagrimal hasta el extremo del ojo. Luego, desmaquillar las pestañas, comenzando por la raíz hacia las puntas. Proseguir usando otro algodón para desmaquillar los labios, dejando que el producto actúe unos instantes para así eliminar más suavemente y mejor la pintura de labios. Para finalizar, desmaquillar el rostro, comenzando por el centro y yendo hacia los extremos, con una ligera presión y un suave arrastre.
Si quedan restos de máscara de pestañas o línea de ojos, se puede poner en un bastoncillo de algodón un poco de agua micelar y pasarlo con suavidad por estas zonas, haciendo ligeros movimientos rotatorios
5. Usar la que mejor vaya con tu piel: Si bien la mayoría de las fórmulas son para todas las pieles, hay algunas que tienen agregados que ayudan al cuidado de la piel, pueden ser hidratantes, reguladores del sebo, calmantes, etc, por lo que se puede utilizar el que más se adapte a tu tipo de piel.
6. Aplicar un último paso: Luego del uso del agua micelar, puedes utilizar un pañuelo de papel doblado en triángulo para secar la superficie de la cara. Se aplica sobre un lado del rostro y luego se lo da vuelta para aplicarlo sobre el otro lado. De esta manera se finaliza correctamente la limpieza. Al quedar perfectamente limpia la piel, va a tener una mejor absorción de los productos que se apliquen a continuación.
Se encuentran diferentes marcas comerciales de este producto, consulta con tu dermatólogo o especialista para que te recomiende la mejor.
Redacción BLes –