Abubakari II, ¿Perdido en el Mar o en América Antes de Colón?

5:15 minutos. El emperador Abubakari II era uno de los hombres más ricos y poderosos de su tiempo, pero mayor aún era su espíritu aventurero. Aún nos preguntamos: ¿llegó a América antes de Colón?

Abubakari II, ¿Perdido en el Mar o en América Antes de Colón?

En el siglo XIII el emperador Sundiata Keita fundó el imperio de Malí, en la costa occidental de África. Este personaje, cuya vida es una de las epopeyas más relatadas por los griot o narradores de historias, extendió su reino hasta lo que hoy son Burkina Faso, Costa de Marfil, Gambia, Guinea, Guinea Bissau, Liberia, Mauritania, Senegal y Sierra Leona, convirtiéndose en un Mansa o rey de reyes.

Después de su muerte subió al trono su nieto Abubakari II, también conocido como Mansa Qu, en 1310. Abubakari II heredó un imperio que ya era bastante extenso, pero contrario al impulso guerrero y conquistador de su abuelo, su breve reinado fue pacífico y tranquilo. Poseedor de un espíritu inquieto, se mostró interesado en conocer qué habría al final del océano que llegaba hasta las costas de su imperio.

Esta inquietud podría tener una de dos razones: bien podría tratarse del afán de expandir los contactos comerciales a nuevas tierras, o el deseo de llevar las creencias del islam más allá de sus fronteras.

Viaje hacia el océano

Sin importar cuales fueran los motivos finales, Abubakari II organizó una primera expedición, la cual partió en 1310, compuesta por 200 barcos remeros. Después de un largo período de tiempo, solo uno regresó. El capitán informó al rey que, después de mucho navegar, encontraron en medio del mar un gran remolino que devoraba los barcos que llegaban hasta allí. El capitán logró dar vuelta atrás antes de ser atrapado por la fuerte corriente, y así pudo regresar.

No satisfecho con este resultado, Abubakari II se asesoró se expertos egipcios, y mandó construir dos mil naves que, aparte de remos, tenían velas. Nombró al visir Mansa Musa como regente de Malí, y se dispuso a dirigir personalmente la expedición. En 1313 preparó provisiones para dos años, se embarcó con toda clase de expertos en diversos oficios, y bajó por el río Senegal, hasta salir al océano. Una vez los barcos se perdieron de vista, nunca más fueron vistos ni se supo noticia alguna sobre su destino final.

Con su desaparición, Mansa Musa se hizo cargo del imperio, al cual llevó a su máximo esplendor, gracias a la gran cantidad de minas de oro existentes en el territorio. En un viaje a Egipto contó la historia de Abubakari II al hijo del emir Hajib, la cual fue relatada por el erudito Al-Umari en su obra de 1342. Gracias a este relato y a las tradiciones orales, la odisea del emperador de Malí ha llegado hasta nosotros.

Final incierto

Como ocurre con los grandes misterios históricos, el caso del emperador navegante ha despertado toda clase de reflexiones. El hecho de que nunca aparecieran vestigios de naufragio o testimonio de algún desastre, ha permitido especular sobre su posible supervivencia.

Como es natural, la teoría más difundida es la de su arribo a tierras americanas. El primer investigador que mencionó esta hipótesis fue el guyanés Iván Van Sertima, en su libro publicado en 1972, “Ellos llegaron primero que Colón”. Allí expone la teoría de que la expedición alcanzó tierras mejicanas, e influyó en la cultura maya. Pero según los académicos, éstas son especulaciones sin sustento científico. Posteriormente, otros autores exploraron la posibilidad de su desembarco en Brasil, e incluso de su llegada hasta territorios incas.

Escuchando estas teorías, se nos vienen a la mente las cabezas de piedra de la cultura olmeca, pero esta posibilidad está descartada, pues dichas esculturas son muy anteriores a la expedición del emperador de Malí.

Lo cierto es que, hasta ahora, no se han encontrado pruebas certeras sobre un contacto de civilizaciones africanas en América. Habrá que esperar que estudios profundos de ADN entre nativos americanos arrojen alguna luz sobre esta teoría. Mientras tanto, la enorme expedición del emperador africano continuará navegando por el océano de la historia, como un fantasma en busca de su destino final.

Escrito por Carlos Morales G. para VCSradio.net

Imagen de portada: Carlos Morales G.

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