La nueva ley talibán en Afganistán prohíbe que las mujeres hablen en público, considerando el sonido de su voz como una falta contra la modestia, imponiendo un silencio forzado en la vida pública femenina.
El Emirato Islámico de Afganistán, el régimen de facto liderado por los talibanes, ha ratificado una nueva ley que refuerza su interpretación estricta de la ley islámica, conocida como sharia. Esta legislación, denominada oficialmente como la Ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, establece normativas rigurosas sobre la vestimenta y el comportamiento tanto de mujeres como de hombres, así como directrices estrictas para los medios de comunicación en el país.
Reglas para la Vestimenta y Comportamiento de las Mujeres
Uno de los aspectos más controvertidos de esta nueva ley es la imposición del velo integral o hiyab para todas las mujeres, que deben cubrir completamente su rostro y cuerpo. Esta medida se basa en la creencia de que tal vestimenta es necesaria para prevenir la “tentación” y mantener la modestia en la sociedad. Además, la ley prohíbe que las mujeres hablen en público o que su voz se escuche en alto, incluso en situaciones como cantar, recitar o hablar frente a micrófonos. Estas restricciones son vistas como un intento de minimizar la presencia pública de las mujeres y reforzar un control más estricto sobre su participación en la vida pública.
Otra disposición de la ley prohíbe a los conductores transportar a mujeres adultas sin la presencia de un tutor masculino legal. Esta norma refuerza la dependencia de las mujeres respecto a los hombres en su vida diaria y limita aún más su libertad de movimiento.
Restricciones para los Hombres
La ley también impone restricciones a los hombres, aunque de manera menos estricta en comparación con las mujeres. Se prohíbe, por ejemplo, el uso de corbata, afeitarse o recortar la barba por debajo de la longitud de un puño, y peinarse de ciertas maneras. Estas regulaciones se basan en la interpretación talibán de la ley islámica, específicamente en la escuela de jurisprudencia Hanafi, que es una de las cuatro principales escuelas del islam sunita, aunque los talibanes son conocidos por su enfoque particularmente estricto y fundamentalista.
Regulación de los Medios de Comunicación
En cuanto a los medios de comunicación, la nueva ley les obliga a alinearse con los principios de la sharia. Esto incluye la prohibición de difundir contenidos que puedan ser considerados ofensivos o insultantes para los musulmanes, así como la exclusión de imágenes de seres vivos, lo que podría limitar severamente la libertad de prensa y la representación visual en los medios.
Implicaciones para la Sociedad Afgana
La ratificación de esta ley marca un paso más en la consolidación del control talibán sobre la vida cotidiana en Afganistán, imponiendo un marco legal que refuerza las normas sociales y religiosas más estrictas. Desde que los talibanes retomaron el poder hace tres años, muchas de estas prohibiciones ya habían sido implementadas de manera informal. Sin embargo, la formalización de estas reglas mediante esta ley añade un nuevo nivel de rigor y uniformidad en su aplicación, con castigos severos para quienes no cumplan.
La implementación de esta ley refleja la determinación de los talibanes de gobernar Afganistán bajo su interpretación estricta de la sharia, ignorando las críticas internacionales y las preocupaciones sobre los derechos humanos. A medida que estas restricciones se consolidan, es probable que la vida cotidiana en Afganistán se vuelva cada vez más controlada y segregada, especialmente para las mujeres, quienes son las principales afectadas por estas medidas. La comunidad internacional sigue observando de cerca, preocupada por las implicaciones de largo alcance de estas decisiones sobre la estabilidad y el bienestar de la población afgana.
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