El 5 de julio de 2024, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano excomulgó al ex nuncio Carlo Maria Viganò, declarándolo culpable de cisma por rechazar la autoridad del Papa Francisco y el Concilio Vaticano II.
El 5 de julio de 2024, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano anunció la excomunión automática del ex nuncio arzobispo estadounidense Carlo Maria Viganò tras ser declarado culpable de cisma. La decisión se dio a conocer a través de un comunicado emitido sin previo aviso a la prensa de la Santa Sede.
El DDF informó que su Congreso se reunió el 4 de julio para concluir el proceso penal extrajudicial contra Viganò, en conformidad con el canon 1720 del Código de Derecho Canónico (CIC). Viganò, arzobispo titular de Ulpiana, fue acusado del delito reservado de cisma según los cánones 751 y 1364 del CIC.
El comunicado destacó que Viganò ha hecho declaraciones públicas donde manifiesta su negativa a reconocer y someterse al Papa, rechaza la comunión con los miembros de la Iglesia sujetos a él y cuestiona la legitimidad y autoridad del Concilio Vaticano II. Como resultado, Viganò fue declarado culpable de cisma y excomulgado latae sententiae, lo que significa una excomunión automática que solo puede ser levantada por la Sede Apostólica.
La excomunión implica que Viganò no podrá ofrecer los sacramentos, de acuerdo con los términos de la última edición del Derecho Canónico.
El 20 de junio, Viganò había revelado que el DDF había iniciado un proceso penal extrajudicial contra él mediante una carta fechada el 11 de junio. En la carta, emitida por monseñor John Kennedy, quien dirige la Sección Disciplinaria del DDF, se le acusaba de cisma por sus declaraciones públicas que negaban elementos esenciales para mantener la comunión con la Iglesia Católica, incluyendo la legitimidad del Papa Francisco y el Concilio Vaticano II.
Viganò rechazó las acusaciones afirmando estar en plena comunión con la Iglesia Católica y su Magisterio, y condenó los actos del Papa Francisco, a quien acusó de ejercer un poder tiránico contrario a los principios de la autoridad vicaria de Cristo. En una declaración emitida el 28 de junio, Viganò calificó las acusaciones de cisma como una subversión, afirmando que para separarse de la comunión con el Papa Francisco primero tendría que haber estado en comunión con él, lo cual consideraba imposible debido a las supuestas herejías del Papa.
Viganò se defendió acusando al Papa Francisco de cisma y herejía, pidiendo que fuera juzgado y removido de su posición. Argumentó que, siendo un hereje, Francisco no puede ser considerado miembro legítimo de la Iglesia ni estar por encima de los prelados que lo juzgan.
Se ha contactado a Viganò para obtener sus comentarios sobre el fallo del Vaticano. Este informe se actualizará a medida que se reciba más información.
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