Los Niños no Quieren Estudiar te menciona las posibles causas y aquellas estrategias que pueden ayudar a motivar a tu pequeño a sentir gusto por el aprendizaje. Puedes leer o escuchar la nota a continuación…
“Mi hijo no quiere estudiar” Es una frase muy común en muchos padres, lo cual causa mucha angustia y preocupación.
Responder a esta pregunta del ¿Por qué?, puede que tenga diferentes causas y consecuencias, la solución también varía según el caso, cada niño es único tanto en su desarrollo como en sus características, otro factor tiene que ver con el entorno que lo rodea.
¿Qué hacer si mi hijo no quiere estudiar?
Estudiar es algo que requiere una dedicación incesante, constante, y que necesita de mucha motivación.
Los padres encaminan al niño a tener una disciplina y ser responsables cuando inician su proceso escolar. En muchos casos, obligar al niño a sentarse a estudiar resulta en una lucha que, si no se conoce el trasfondo del porqué no quiere estudiar, los padres podríamos cometer el error de ignorar algo que el niño no nos quiere contar, o talvez, no escucharlo frente a cómo se siente.
Por ello, es necesario guiar con una serie de pautas y consejos que favorecen a que el menor lo vea de manera positiva.
A continuación, te contaremos algunas de las causas y propondremos algunas estrategias prácticas para ayudar a tu hijo a encontrar la motivación y el gusto por el aprendizaje.
Principales causas por las que los niños no quieren estudiar
1. Dificultades de aprendizaje
- Problemas de comprensión: Algunos niños presentan dificultad para aprender y retener información. Si tu hijo no entiende los conceptos o las tareas que se le presentan, es probable que se sienta frustrado y desanimado. Esto puede deberse a diferentes factores, como dislexia (trastorno en el aprendizaje), TDAH (déficit de atención o hiperactividad), o simplemente un ritmo de aprendizaje diferente al del resto de la clase. Todo esto hace que el niño no pueda seguir el ritmo normal del grupo.
- Falta de habilidades de estudio: Es posible que tu hijo no haya desarrollado las habilidades y disciplina necesarias para estudiar de manera organizada y efectiva, siguiendo algunos parámetros como el manejo y la distribución del tiempo para cumplir con los compromisos escolares.
2. Falta de motivación
- Ausencia de interés: Si el contenido y los temas que se estudian no le resultan interesantes o relevantes a tu hijo, es poco probable que se motive para aprenderlos. Esto puede suceder si estos no se conectan con sus experiencias o intereses personales.
- Baja autoestima: Si el niño tiene una baja autoestima, puede creer que no es capaz de aprender o que no tiene éxito en el ámbito académico. Esto puede generar un círculo vicioso en el que el desánimo lleva a un menor rendimiento, lo que a su vez refuerza la baja autoestima.
3. Problemas en el entorno
- Problemas familiares: Las dificultades en el hogar, como peleas entre los padres, problemas económicos o un ambiente familiar tenso, pueden afectar negativamente la concentración y la motivación de los niños para estudiar.
- Acoso escolar (bullying): El acoso escolar puede generar un gran malestar emocional en los niños, lo que dificulta su concentración en las tareas escolares y reduce su interés por el aprendizaje.
- Entorno de estudio inadecuado: Un lugar de estudio desordenado, ruidoso o con pocas comodidades puede dificultar la concentración y la motivación para estudiar.
¿Cómo manejar la situación cuando tu hijo no quiere estudiar?
1. Identificar la causa
El primer paso para abordar el problema es identificar la causa principal por la que tu hijo no quiere estudiar. Es muy importante aprovechar las ayudas que brinda la institución educativa a la que pertenece. Esto te permitirá enfocar las estrategias de ayuda de manera más efectiva.
2. Comunicación abierta
Es fundamental establecer una comunicación abierta y honesta con tu hijo. Habla con él sobre sus sentimientos, sus dificultades y sus intereses. Escúchalo con atención y sin juzgarlo, esto ayudara a que él se exprese libremente y así pueda manifestar todas sus inconformidades.
3. Fomentar un ambiente positivo
Crea un ambiente de estudio positivo y acogedor en el hogar. Asegúrate de que tu hijo tenga un espacio tranquilo, ordenado y bien iluminado para estudiar. Procura eliminar las distracciones, como la televisión o el teléfono móvil u otras que causen distracción en el niño o que interfieran su concentración.
4. Establecer metas claras
Es importante establecer metas claras y realistas sobre el estudio. No exijas demasiado a tu hijo, pero tampoco le permitas que evada sus responsabilidades.
5. Trabajar en conjunto con los maestros
Mantén una comunicación efectiva con los maestros de tu hijo. Infórmales sobre las dificultades que observas en casa y trabaja en conjunto con ellos para encontrar soluciones.
Estrategias para motivar a tu hijo a estudiar
- Relaciona el estudio con sus intereses: Busca la manera de conectar el contenido que se estudia con los intereses y hobbies de tu hijo. Por ejemplo, si le gusta el fútbol, puedes buscar ejercicios de matemáticas relacionados con este deporte.
- Establece metas alcanzables: Divide las tareas grandes en objetivos más pequeños y alcanzables. Celebra los logros de tu hijo, por pequeños que sean.
- Utiliza diferentes métodos de estudio: No todos los niños aprenden de la misma manera. Experimenta con diferentes métodos de estudio, como flashcards, mapas mentales o juegos educativos, para encontrar el que mejor funcione para tu hijo.
- Conviértete en un modelo a seguir: Muéstrale a tu hijo que el estudio es importante para ti. Lee libros, haz crucigramas o participa en actividades de aprendizaje en familia.
- Refuerza positivamente: Elogia los esfuerzos de tu hijo y refuerza positivamente sus logros. Esto lo motivará a seguir adelante.
- Busca ayuda profesional: Si las dificultades persisten o si te sientes abrumado, no dudes en buscar ayuda profesional de un psicólogo o pedagogo.
Algunas recomendaciones para los padres
Desde la familia, se le debe mostrar el estudio como algo que haga que los pequeños se cuestionen las cosas y más allá del objeto se planteen cómo funcionan las cosas. Hacer ver en los niños el estudio como algo positivo y apasionante. Para esto se sugieren las siguientes actividades:
- Premiar el esfuerzo: Hay que dejar de lado los castigos y las peleas cuando no lo hace bien y reconocerle los momentos en que hace sus compromisos sin necesidad de recordarle, algo muy motivante puede ser llevarlo al parque y darle un helado, dedicarle tiempo etc.
- Implicarse en sus “cosas”: Los padres deben mostrar interés por sus clases, exámenes etc, esto no implica que se apersone de sus compromisos, el máximo interés lo debe tener el niño.
- Tener expectativas reales: Los padres deben mostrar a sus hijos lo que esperan de ellos, y deben ser metas alcanzables, si el niño lo consigue, será una motivación para superar obstáculos y seguir adelante.
- No obligar a los niños a estudiar: Esto no es apropiado, puede causar el efecto contrario.
- Propiciar que los niños disfruten de:
El aburrimiento: Este puede generar en ellos la curiosidad y crearles la necesidad de experimentar otras cosas diferentes.
Del deporte: Este ayuda al niño a liberarse del estrés acumulado de un día de clases.
De sus amigos: El que comparta con amigos de su misma edad le hará mucho bien.
Lo que los padres no deben hacer
- Hacer los deberes por ellos y resolver sus problemas, deben permitir que ellos mismos realicen sus deberes y adquieran autonomía para resolver ellos mismos algunas situaciones.
- No forzar el aprendizaje. Dejar que los niños vayan avanzando a su propio ritmo de desarrollo de acuerdo a sus capacidades.
- No exagerar del refuerzo positivo y de la recompensa. La recompensa no necesariamente tiene que ser algo material, puede ser un elogio.
Redacción, María Luisa Gómez con información de Kumon.com para VCSradio.net
Locución y edición: Katia Comas
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