Cuando los hijos pequeños manipulan a los padres, la relación padre e hijo se deteriora, trayendo consecuencias negativas a largo plazo. Entérate cómo detectar esta manipulación y los consejos claves para evitarlo. Puedes leer o escuchar la nota a continuación…
¿Tus hijos te controlan con llantos, berrinches o chantajes emocionales?
Algunos padres se sienten víctimas de las astucias de sus pequeños. La manipulación de los hijos hacia los padres es una problemática más común de lo que se cree, con efectos negativos en la dinámica familiar y el desarrollo de los niños.
¿Por qué manipulan?
Las causas son variadas. Algunos niños buscan satisfacer necesidades básicas de atención o afecto, mientras que otros imitan comportamientos aprendidos en el entorno familiar o escolar. La falta de límites claros, la sobreprotección o la inconsistencia en la crianza también pueden hacer que los menores recurran a esta manipulación con el fin de obtener lo que desean.
Consecuencias a largo plazo
Ceder a las manipulaciones de los hijos no solo genera un ambiente familiar caótico, sino que también puede tener repercusiones negativas en el desarrollo de los niños.
Estudios como el realizado por Giles, J., & Heyman, G. D enfocado al uso instrumental de las emociones por parte de los niños: un análisis contextual del chantaje emocional, indica que, los niños que suelen manipular a sus padres, pueden tener dificultades para desarrollar la empatía, la responsabilidad y la capacidad de frustrarse. A su vez, los padres que se sienten constantemente manipulados pueden experimentar estrés, ansiedad y baja autoestima.
Por ello, es importante que los padres logren detectar a tiempo esta manipulación, de lo contrario las consecuencias a ello podrían ser:
- Se debilita y deteriora la relación padre e hijo
- Los niños adoptan este comportamiento y, a futuro, les puede ocasionar problemas en su círculo social y personal.
- Falta de límites, cuando los padres no controlan a tiempo este comportamiento y los niños asumen que pueden salirse con la suya sin tener consecuencias.
- Desarrollan baja autoestima. Los niños asumen que no pueden conseguir nada de manera honesta, lo que causa un impacto negativo en su bienestar emocional.
¿Cómo detectar la manipulación?
- Llantos, berrinches o rabietas para obtener lo que desean.
- Chantaje emocional con frases como “si no me compras esto, no te quiero” o “te voy a dar un disgusto”.
- Culpabilizar diciendo “es tu culpa que yo esté triste”.
- Mentiras o distorsiones de la realidad para obtener beneficios.
- Victimización: Cuando por ejemplo dicen “todos me molestan, solo tú me entiendes”.
Consejos para evitar la manipulación
- Establece límites claros y consistentes.
- No cedas al chantaje emocional.
- Enséñales a tus hijos a expresar sus necesidades de forma adecuada.
- Fomenta la comunicación abierta y honesta.
- Refuerza su autoestima y autonomía.
- Predica con el ejemplo: sé un modelo de comportamiento positivo.
Si la situación te supera, busca ayuda profesional: Un psicólogo puede ayudarte a comprender las causas de la manipulación y desarrollar estrategias para abordarla de forma efectiva.
Que no te cueste reconocer o ver la manipulación
En muchos casos los padres no quieren reconocer esta manipulación por parte de los hijos. También puede que, no la detecten debido a una serie de razones, impidiendo a los padres actuar en el momento. Las dos razones más comunes suelen ser:
Negación: Como padres, a veces se prefiere no enfrentar la posibilidad de que nuestros hijos pequeños nos manipulan, ya que, seria doloroso y complejo.
Por amor incondicional: El amor incondicional por nuestros hijos puede nublar nuestro propio juicio para criar con sensatez.
Educar a tus hijos no significa ceder a sus caprichos o permitir que te controlen. Con paciencia, firmeza y amor, puedes guiarlos hacia una adultez responsable y empática.
Redacción, Sonia Montañez para VCSradio.net
Edición y locución: Katia Comas
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