Steven Mosher presenta en su libro “The Devil and Communist China: From Mao Down to Xi” una poderosa advertencia sobre los horrores del comunismo chino y el impacto devastador en la nación y cultura de China. La obra ofrece una mirada profunda en la lucha entre fe y comunismo, revelando las prácticas diabólicas del régimen y la urgente necesidad de retornar a los valores cristianos.
Steven Mosher, autor conocido por su extenso trabajo en China y temas de población, ha lanzado su última obra “El diablo y la China comunista: desde Mao hasta Xi”. En ella, Mosher realiza un análisis profundo de la China comunista desde sus inicios con Mao Zedong hasta el gobierno actual bajo Xi Jinping, ofreciendo una visión categórica de los horrores del régimen comunista y su impacto devastador en la sociedad china.
Una mirada al régimen comunista
El libro comienza con una cita de Alexander Solzhenitsyn, un famoso sobreviviente de los horrores del comunismo en la Unión Soviética, quien afirma que el abandono de Dios por parte de los hombres es lo que ha causado los grandes males del mundo. Mosher utiliza esta idea como base para analizar la influencia negativa del comunismo en China.
La obra ofrece una visión crítica del régimen comunista chino y su búsqueda incesante de una utopía que, en palabras de Mosher, nunca se alcanza. Describe el impacto de la política de “un solo hijo” y la crueldad de los abortos forzados, destacando la importancia de los derechos humanos y la necesidad de salvaguardar la vida.
Mao Zedong: un líder satánico
Mosher presenta a Mao Zedong como uno de los líderes más malvados de la historia, que llevó a China a través de una revolución sangrienta para imponer su visión comunista. El libro examina las acciones de Mao en contra de los Diez Mandamientos y la tragedia de millones de muertes bajo su régimen.
La Revolución Cultural y el culto a la personalidad de Mao son otros de los aspectos analizados en detalle por Mosher, mostrando cómo se forjó un sistema basado en la represión y la sumisión del pueblo chino.
Las atrocidades del régimen de Mao Zedong han sido subestimadas durante mucho tiempo. Las estimaciones anteriores de 35 millones de muertes ahora se consideran demasiado bajas, según el investigador Robert Mosher. Un informe del Washington Post de 1994, basado en “nuevas pruebas”, eleva la cifra a entre 45 y 80 millones de víctimas solo en China.
Pero el horror no se limita a las fronteras chinas. Mosher expone la responsabilidad de Mao en el baño de sangre que azotó el sudeste asiático a manos de regímenes comunistas aliados: Camboya, Corea del Norte y Vietnam.
Pol Pot, responsable del genocidio camboyano, y el régimen opresivo de Corea del Norte, son considerados herederos ideológicos de la revolución de Mao. Los campos de exterminio de Pol Pot y la miseria generalizada en Corea del Norte son terribles testimonios de la influencia letal de Mao.
Como Christopher Hitchens argumenta en su artículo, la izquierda ha mostrado una renuencia alarmante a reconocer la magnitud del sufrimiento humano bajo el comunismo.
Es crucial recordar y condenar las atrocidades cometidas por Mao y sus aliados, y no permitir que la ideología ciegue a las personas ante el sufrimiento humano.
La sombra de McCarrick sobre el acuerdo Vaticano-China: ¿un pacto con el diablo?
Robert Mosher expone en su libro una conexión perturbadora entre la política, el comunismo y la Iglesia Católica en China. Afirma que la Iglesia está siendo “empujada a la clandestinidad” por el régimen comunista, y critica duramente la participación del Vaticano en este proceso, particularmente la elección de Theodore McCarrick para liderar las negociaciones.
McCarrick, acusado de “abuso sexual a menores” y con una “corrupción sexual y financiera ampliamente conocida”, parece una figura insólita para tan “delicada asignación” que “afectaría el destino de millones de almas”. Mosher sugiere que la “profunda deficiencia” del acuerdo negociado por McCarrick con China se explica por su perfil moral.
Las consecuencias del acuerdo, según Mosher, no pudieron ser más nefastas. A solo dos meses de la misión de McCarrick, una organización maoísta fue puesta a cargo de supervisar la Iglesia Católica en China. Esta “toma hostil”, como la califica Mosher, tenía como objetivo convertir a la Iglesia en un “zombi controlado por el Partido Comunista Chino”, erradicando la fe católica y absorbiendo a sus fieles en la Iglesia Católica Patriótica, creada por Mao para destruir la fe en China.
Mosher describe este proceso como la imposición de un “Simio de la Iglesia” ideológico, una herramienta para destruir la tradición, la liturgia, los sacramentos y el culto católicos auténticos. Esta narrativa encuentra ecos en la crisis actual de la Iglesia, donde algunos ven al propio papado como promotor del declive de la Iglesia y su reemplazo por una “nueva religión” en China.
El relato de Mosher plantea preguntas incómodas sobre la complicidad del Vaticano en la persecución de la Iglesia en China y las motivaciones detrás del acuerdo con el régimen comunista. Su análisis ofrece una mirada crítica a las complejas relaciones entre la fe, la política y el poder, y deja al lector con la inquietante sensación de que la Iglesia Católica en China ha sido víctima de un pacto con el diablo.tunesharemore_vert
La obra de Mosher: Un mapa hacia el infierno y una señal hacia la salvación
La profunda comprensión de Mosher sobre la China comunista y su meticulosa investigación le permiten tejer una narrativa coherente y convincente que explora diversos aspectos del mal. Su destreza como escritor se pone de manifiesto en la argumentación cuidadosamente desarrollada de este cautivador relato sobre los diabólicos detalles del engaño utópico.
La omnipresencia de Dios al principio y al final de todo impregna la obra, y Mosher advierte sobre el alto precio que se paga cuando el hombre se aleja de Él. Su mensaje trasciende la denuncia de los crímenes del maoísmo, convirtiéndose en un llamado a la acción para los creyentes y no creyentes de Occidente.
Citando a Solzhenitsyn, Mosher afirma que “el hombre comenzó su camino hacia el comunismo rechazando a Dios”, y sostiene que “Estados Unidos (y toda nación) necesita comenzar su viaje de regreso a la civilización cristiana rechazando el comunismo, bajo cualquier forma seductora que se nos presente”.
Si bien la obra de Mosher describe un mapa hacia el infierno, también puede interpretarse como una señal hacia la salvación. Al exponer las nefastas consecuencias del comunismo ateo, Mosher implícitamente invita a una revalorización de la fe y la moral como pilares fundamentales de una sociedad justa y próspera.
Su libro es una lectura esencial para aquellos que buscan comprender las raíces del totalitarismo y la importancia de defender los valores cristianos frente a las ideologías que niegan la trascendencia y la dignidad humana.
El diablo y la China comunista: de Mao hasta Xi, de Steven Mosher, es una publicación de TAN Books y está disponible para su compra aquí .
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