El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido ha dado un giro histórico en su política de tratamiento para menores con disforia de género al anunciar que ya no se prescribirán rutinariamente bloqueadores de la pubertad.
El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido ha dado un paso significativo al anunciar que los menores de edad que sufren disforia de género ya no recibirán bloqueadores de la pubertad de forma rutinaria. Esta decisión marca un cambio importante en la política de salud pública del país, especialmente porque el NHS ha sido uno de los pioneros en este tipo de tratamientos.
La medida se basa en la conclusión de que no hay suficiente evidencia científica que respalde la seguridad o la eficacia clínica de las hormonas supresoras de la pubertad para justificar su prescripción a niños y jóvenes en transición. Esto significa que los nuevos servicios regionales de atención a menores de 18 años con disforia de género, que se inaugurarán próximamente, no incluirán estos medicamentos como parte del tratamiento estándar.
Los bloqueadores de la pubertad son conocidos por detener los cambios físicos asociados con la pubertad, como el desarrollo de los senos o el vello facial. Sin embargo, su uso ahora estará limitado a ensayos clínicos, lo que garantizará una evaluación más rigurosa de su seguridad y eficacia.
La Dra. Hilary Cass, quien lidera una revisión independiente sobre los servicios de identidad de género para menores de 18 años, ha respaldado esta decisión tras emitir un comunicado en contra de la prescripción rutinaria de estos medicamentos. Esta posición se alinea con la postura adoptada por el NHS el año pasado y refuerza la importancia de una atención médica basada en evidencia y en el interés superior del niño.
El cierre de la clínica Tavistock y Portman de Londres, que anteriormente suministraba estos medicamentos a discreción, ha sido otro factor determinante en esta decisión. A partir de ahora, dos nuevos centros especializados, Great Ormond Street en Londres y el hospital infantil Alder Hey en Liverpool, ofrecerán servicios que se alinean con las recomendaciones de la Dra. Cass.
El Gobierno del Reino Unido ha respaldado esta medida histórica del NHS, destacando su compromiso con la atención médica basada en evidencia y el bienestar de los menores. María Caulfield, ministra de Salud, ha elogiado la decisión como un paso positivo hacia adelante en la atención de la disforia de género en el país.
En resumen, el cambio en la política del NHS refleja un enfoque más cauteloso y riguroso hacia el tratamiento de la disforia de género en menores de edad, priorizando la seguridad y la eficacia de los medicamentos y reafirmando el compromiso del sistema de salud con el cuidado y el bienestar de sus pacientes más jóvenes.
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