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Si la inteligencia corresponde a la cabeza y la belleza a la armonía de las partes del cuerpo, la bondad ocupa el centro de la persona, el corazón.
Qué entendemos por belleza interior
La belleza interior es una cualidad que todos tenemos en nuestro interior, pero que a menudo dejamos de lado. En este artículo, veremos qué es la belleza interior, por qué es importante y cómo cultivarla.
La belleza interior se manifiesta en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Es una actitud de bondad, compasión y generosidad hacia los demás. Las personas que son bellas interiormente son amables, comprensivas y siempre están dispuestas a ayudar a los demás.
La belleza es una bendición, al igual que la salud o la riqueza, pero debemos recordar que la belleza no se trata solo de la apariencia superficial. La verdadera belleza está en el interior. Es muy agradable observar la belleza física, pero no debemos pasar por alto la belleza del interior.
Si bien los factores genéticos determinan las características físicas del rostro y el cuerpo, el grado de belleza interior que se alcanza depende de su estilo de vida y su actitud.
¿Por qué es importante la belleza interior?
La belleza interior es importante porque nos hace mejores personas. Cuando somos bondadosos y compasivos, nos sentimos mejor con nosotros mismos y con los demás. Además, la belleza interior atrae a los demás, ya que nos hace más agradables y atractivos.
Cuando el corazón y el alma son hermosos, el rostro naturalmente seguirá su ejemplo.
Cualidades que se valoran al conocer a una persona
Cuando conocemos a alguien, los rasgos que atraen nuestra atención es la impresión exterior como la cara, los movimientos, el aspecto físico.
Una vez pasada esa primera impresión nos fijamos en otros aspectos como su manera de actuar, de hablar, y así determinamos su grado de inteligencia y capacidad mental.
Es cierto que en principio generalmente valoramos la belleza física y la inteligencia de la persona, pero al final lo que decide nuestra verdadera simpatía por esa persona es el grado de los buenos sentimientos que manifieste en su diario actuar.
Así la persona tenga un rostro bonito si no tiene un corazón amable y bondadoso se volverá repelente y poco atractivo.
Sabemos que los actos buenos y nobles son bellos por si mismos mientras que los actos malos reflejan aspecto desagradable y feo.
La belleza interior que la bondad refleja puede modificar los rasgos corporales exteriores que se vuelven amables e interesantes. Caso contrario puede suceder cuando se miran rostros perfectos y agradables, pero con una fealdad interior como una fría mascara, lo cual finalmente puede convertirse en un rostro desagradable.
La bondad va ligada a la belleza interior
Lo que verdaderamente da sentido a una persona es su dimensión interior, es su bondad.
Y si esa bondad se acompaña de inteligencia, todavía resulta mucho más atractiva¡¡
Si meditamos en esa inteligencia comprobaremos que la palabra bondad encierra muchas otras cosas. Puede ser una actitud paciente (escuchar lo que la otra persona quiere decirnos, o no enfadarse si alguien llega un poco tarde…); o bien suponer una actitud más activa, como es la generosidad (ayuda material, compañía, aliento, esperanza…).
¿Por qué las salas de belleza están llenas de personas que se preocupan tanto por no tener una apariencia fea o desagradable pero que no les importa que los llamen poco bondadosos?
Lo que sucede es que la bondad corresponde a otro nivel distinto al puramente material o biológico, a la dimensión de la conciencia o alma.
El mundo necesita, sin duda y hoy más que nunca, de la bondad de todos ya que la bondad puede interpretarse como la capacidad de oponerse al mal.
Siempre nos gusta que los demás sean bondadosos con nosotros, pero normalmente no ponemos mucho empeño en ser nosotros también bondadosos. Nos place recibir la bondad de padres, familiares amigos o personas que encontramos en la vida y deberíamos ser igualmente transmisores de ella. En definitiva, se trata de una gratificante energía que debemos compartir entre todos.
Cómo cultivar la belleza interior
Podemos seguir estos consejos:
- Practica la bondad en tu vida cotidiana: Haz pequeños actos de bondad por los demás, como ofrecer tu ayuda a alguien que la necesita o simplemente ser amable con las personas que te rodean.
- Desarrolla la compasión: Aprende a entender y empatizar con los sentimientos de los demás.
- Sé generoso: Comparte tus recursos con los demás, ya sean materiales, emocionales o espirituales.
- Ejerce el perdón: El perdón es una forma de liberarte del rencor y la amargura.
- Sé agradecido: Agradece las cosas buenas que tienes en tu vida, tanto grandes como pequeñas o simples.
- Actúa positivamente: Hay que tener presente que la belleza interior es antes que nada una actitud. Meditar, calmar la mente de emociones negativas, puede ser una forma de belleza interior hacia uno mismo y los demás.
La belleza interior es una cualidad que se cultiva con el tiempo y el esfuerzo. Si practicamos estos consejos, podemos convertirnos en personas más bellas interiormente y hacer del mundo un lugar mejor.
Todos estos actos son ejemplos de belleza interior en acción. Cuando somos bondadosos y compasivos con los demás, podemos tener un rostro hermoso.
Un corazón compasivo emitirá una hermosa luz desde adentro, resaltando la belleza natural de la persona. La gente, naturalmente, toma amablemente a esa persona y la ve con buenos ojos.
CONCLUSION FINAL
Pasan los días y los años, la belleza corporal y la capacidad mental van disminuyendo. Enfrentados a la muerte, quizá sólo tengamos en nuestro haber los buenos actos, palabras y pensamientos realizados a lo largo de la vida.
Las personas que mantienen su belleza interior generalmente conservan su belleza física. Las personas generosas suelen tener un rostro feliz y las personas de genio apacible tienen un rostro suave y hermoso, pero aquellos que se dejan vencer por la vida pueden mostrar una disminución en la belleza física.
Articulo escrito por Margarita Restrepo para VCSradio.net con información de www.cuerpomente.com
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