«Si quieres entender las causas del pasado, mira los resultados que se manifiestan en el presente. Y si quieres entender qué resultados se manifestarán en el futuro, mira las causas planteadas en el presente».
(Cita del budismo sobre el karma).
Definición de Karma
El karma es una ley cósmica de “causa y efecto”. Es decir que cada acto que realiza una persona produce una consecuencia. Por lo tanto, el karma nos dice que, si cometemos algo negativo, el se encargara de que tengas consecuencias negativas en tu vida y si cometes actos positivos tendrás experiencias positivas.
En consecuencia, es el hombre el responsable y el que decide de acuerdo con sus actos sobre cómo será su vida. La palabra Karma se deriva del sánscrito “karman” cuya raíz Kr significa “actuar”. Karma entonces significa “ acción” y quiere decir cada acción humana , física, mental y verbal.
En algunas religiones de la India, el karma es energía derivada de los actos de un individuo durante su vida, que condiciona cada una de sus sucesivas reencarnaciones, hasta que alcanza la perfección.
Normalmente la palabra karma se relaciona de manera errada con el “destino “o predestinación que recae sobre cada ser humano y que determina su destino. Es por esto que el karma se le atribuya cuando ocurre un suceso negativo en la vida. Por ejemplo, cuando se te pincha una llanta de tu carro lo más seguro es que pienses que esto sucedió por haber
insultado a alguien que te hizo frenar el carro, pero este no es el significado. ¿Entonces cómo funciona el karma?
La ley del karma sigue el principio de causa y efecto
La ley del karma sostiene que cada acción que realizamos no es un acto aislado, sino que tiene consecuencias que afectan a otras personas. Lo podemos entender de esta manera. Por ejemplo, trata de pensar en un ambiente familiar donde el padre normalmente sufre ataques de rabia, maltrata a sus hijos y menosprecia a todos. En esta familia se advierte un clima pesado, negativo y aburrido. Entonces cualquier emoción negativa, cualquier palabra incorrecta tiene un efecto en el entorno y en las personas.
En consecuencia, la Ley del karma es aquella ley que ajusta el efecto a su causa, es decir, todo lo bueno o malo que hemos hecho en la vida nos traerá consecuencias buenas o malas en esta vida o en las siguientes. La Ley del karma es conocida en varias religiones como “justicia divina” y es inmutable.
En el budismo, el karma significa que una buena acción da lugar a algo positivo, mientras que una mala acción da lugar a algo negativo. También para el budismo existe la idea de que el karma puede conducir a la liberación: todo ser, de hecho, trae consigo una cantidad de «deudas kármicas» que derivan de vidas pasadas y que, hasta que se agoten, el ser debe permanecer en el Samsara, el ciclo de vida al que están
sujetos todos los seres humanos, cuando en cambio el objetivo final es alcanzar el Nirvana.( Saṃsāra en las tradiciones filosóficas de la India es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y encarnación).(Nirvana es una palabra del sánscrito que hace referencia a un estado que puede alcanzarse a través de la meditación y la iluminación espiritual, y que consiste en la liberación de los deseos, el sufrimiento y el ciclo de reencarnaciones).
Tipos de Karma:
Aunque generalmente se relaciona el karma con algo negativo este también puede tener un efecto positivo. Todo depende de la acción inicial que se lleva a cabo intencionalmente. El tipo de karma se basa en las acciones que cometemos los seres humanos, sean acciones materiales o físicas, siempre esas acciones tienen un efecto o una consecuencia.
Existen 3 tipos de acciones que influyen en el karma:
Acciones físicas: son aquellas acciones que se cometen físicamente, por ejemplo, robar, violentar a alguien, o similares.
Acciones verbales: son aquellas acciones que ase dicen verbalmente, por ejemplo, insultar, humillar o maldecir a alguien.
Acciones mentales: el karma también tiene en consideración nuestros pensamientos e intenciones,
pues forman parte de nuestro individuo.
A partir de ello, existen cuatro tipos de karma, según los budistas:
Oscuro: El primero de los cuatro tipos de karma es el “oscuro con resultado oscuro”. Este tipo de Karma se relaciona con eventos o hechos negativos como accidentes, enfermedades, carencias y lo que se llama comúnmente
“mala suerte”.
Se origina cuando una persona produce acciones corporales, verbales y mentales que son perjudiciales o
dañinas. En esos casos, todo se presenta en un mundo perjudicial, que corresponde al plano inferior de la
existencia; es algo similar a lo que conocemos como el “infierno”.
Brillante: El segundo es el “brillante con resultado brillante”. Es totalmente opuesto al anterior y se produce cuando una persona realiza actos, palabras y procesos mentales relacionados con la tranquilidad y la satisfacción que no están ligados a la aflicción. Estas son realidades no perjudiciales que nacen de la alegría y del placer.
Si se actúa con un karma brillante se tendrán resultados y efectos de alegría y bienestar. En estos casos, no hay lugar para el dolor.
Oscuro y brillante: Otro tipo de karma es el que al mismo tiempo es oscuro y brillante y da como resultado una realidad oscura y brillante a la vez. Se da cuando se producen acciones, palabras y procesos mentales que son perjudiciales, pero a la vez no son perjudiciales.
Es por ejemplo cuando alguien, hace una crítica a otro, que es cierta, pero se dice de tal forma que hiere los
sentimientos de la otra persona. Es brillante, porque se dice la verdad, pero a la vez oscura, por la intención de herir.
Ni oscuro ni brillante: El karma que no es oscuro ni brillante tiene como fruto una realidad que tampoco tiene esas características. Para los budistas, la ausencia o el no tener intención es la forma más elevada del avance espiritual y trae como resultado la superación total del karma. En otras palabras, una liberación de la lógica de causa y efecto.
El karma ni oscuro ni brillante es lo que podríamos llamar el “dejar fluir”. No intervenir para dirigir las acciones en uno u otro sentido, sino “vaciarse” y permitir que todo siga su curso natural. Es la plena independencia del dolor y de la alegría, lo cual lleva al equilibrio y a la completa serenidad interior.
Qué se puede hacer para mejorar o equilibrar tu karma
Para las filosofías orientales como el budismo y el hinduismo, los seres humanos pueden realizar una serie de acciones en la vida que ayudan a equilibrar la energía kármica y lograr efectos positivos.
Para entender gráficamente qué es el karma, visualicemos un campo grande donde sembremos semillas; si las semillas son buenas, recogeremos una buena cosecha, si son malas, recogeremos una mala cosecha. Algunas ideas que nos sirven para llenar nuestro campo de buenas semillas:
Hacer de cada acto negativo, uno positivo: si por ejemplo has tenido un mal día y has reñido con alguien, al día siguiente regálale unas flores y ofrécele disculpas.
Aprender a perdonar: todo el mundo puede equivocarse y tener un mal día; para lograr que los demás te
perdonen a ti, lo primero que debes hacer es aprender a perdonar a los demás.
Haz ejercicios de relajación espiritual que promuevan tu energía positiva. Se recomienda los ejercicios de
meditación de la disciplina espiritual Falun Dafa o Falun Gong. Esta práctica nacida en China en el año 1992 y que hoy se practica en más de 100 países, promueve la elevación espiritual del karma o del DE, basándose en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. (DE: tipo de materia que existe alrededor del cuerpo humano que forma un campo y lo obtenemos después de realizar cosas buenas y de soportar sufrimientos).
Artículo escrito por Margarita Restrepo para VCSradio.net
Fuentes de información: La mente es maravillosa y okdiario.com