8 minutos. El primer mandamiento del estoicismo es Memento mori. Aquí veremos cómo se practica y sus beneficios.
El estoicismo, la filosofía de vida más constructiva y orientadora que conozco, considera como su primer mandamiento a Memento mori – en latín – que significa ‘recuerda que morirás’.
Parece muy deprimente y frustrante este tema de la muerte, pero no lo es ni un poquito, y aquí te explico por qué.
Séneca decía: “No menosprecies a la muerte. En su lugar dale la bienvenida, pues no es más que un componente del flujo de la naturaleza humana, como el primer diente permanente, el primer encuentro sexual o el primer vello de color gris”.
Sin embargo, en la actualidad es muy difícil sustraerse del deseo de negar la muerte. Se le rinde culto a los placeres de la vida, la juventud, los bienes materiales, etc. Mejor no pensar en ella. Pero te digo… eso es una mala idea, porque es inherente a la condición humana.
¿En qué consiste la práctica de ‘Memento Mori’?
Memento mori es un ejercicio meditativo muy realista que lleva a la reflexión profunda sobre la muerte, desmitificándola y despojándola de todo componente emocional aprendido culturalmente.
Su práctica se remonta a los guerreros estoicos de la antigua Roma, cuando a su regreso después de importantes victorias bélicas, celebraban con el pueblo, quien los vitoreaban, aplaudían y ovacionaban eufóricamente. En esos momentos de honor y gloria, había un esclavo que murmuraba a su oído: ‘memento mori, recuerda que morirás. Esto era como ponerle un palo a la rueda del ego, evitaba la aparición de la arrogancia y lo mantenía con los pies sobare la tierra..
Similar a esto es lo que hacemos en las reflexiones de Memento Mori para no olvidar nuestra mortalidad, pero somos nosotros mismos quienes nos repetimos al oído que algún día moriremos, para apreciar lo fugaz de la vida. Es un ejercicio de liberación, que enseña a relativizar las cosas buenas y las cosas malas.
Hay personas que dicen que esto es absurdo porque todos sabemos que vamos a morir. Pero una cosa es entenderlo desde el intelecto y otra es interiorizarlo en la conciencia. Si fuera tan simple, los dueños de funerarias, médicos y asesinos serían los más sabios. Hay que entender su significado en la propia vida.
Beneficios de la práctica de ‘Memento Mori‘
– Valorar el tiempo. Al ser consciente de la fugacidad del tiempo, se comienzan a hacer cosas de más valor. Nos damos cuenta del tiempo perdido en actividades inútiles.
Comenzamos a entender que no necesariamente quien más vive es quien en realidad sabe vivir; por lo tanto realizamos actividades de calidad, que tengan algún significado.
Al respecto Séneca afirmaba:
“Decir que una persona ha vivido mucho solo porque su vida ha sido larga, es como decir que un marinero ha viajado mucho tras dar vueltas con su barco sin salir del puerto”.
La frase ‘estar muerto en vida’ también era de Séneca. Para él, tener un cuerpo funcionando solo indica que se está con vida, pero no necesariamente que se está viviendo. El tiempo perdido es considerado por los estoicos como tiempo muerto.
Cuando apreciamos el tiempo, vemos que la frase tan común de ‘no tengo tiempo’, es una mentira. Lo que pasa es que perdemos mucho tiempo, somos malgastadores de tiempo.
Cosas extraordinarias suceden cuando le dicen a alguien que tiene una enfermedad terminal. De inmediato comienza a gestionar mejor su tiempo y a priorizar lo más importante. Valoran la vida propia y la de sus seres queridos. Disfrutan intensamente cada momento que les queda. Pero no necesitamos tener una enfermedad, podemos lograr esto también si somos conscientes de nuestra mortalidad.
– Otro beneficio es el de aprender a tomar perspectiva, ver las cosas desde arriba. Ante la certeza de una muerte segura, ponemos las cosas en su justa proporción.
Nos damos cuenta que nuestros problemas son insignificantes y que todo va a quedar atrás, en el olvido. Nuestros problemas cotidianos se vuelven muy diminutos. Descubrimos que no somos el centro del universo porque podemos desaparecer en un instante.
Tomar distancia de la vida nos permite descubrir que no vale la pena azotarnos por nuestros fracasos, ni ensalzarnos en exceso por nuestros éxitos. Así que ya no hay por qué estresarse ni vivir expectativas tan altas.
Tomar perspectiva también nos ayuda a valorar las pequeñas cosas y ser humilde.
– ‘Memento Mori’ es el mejor antídoto, el más eficaz contra la vanidad excesiva, la soberbia que producen nuestros méritos o, por el contrario, el auto desprecio por nuestros fracasos y defectos. Tanto aciertos como errores son volátiles.
– También nos enseña a centrarnos en el presente, no sentir ansiedad por el futuro porque este es incierto; ni por el pasado que ya no existe. Entender esto, nos da una tranquilidad sin límites y una serenidad que todos notarán.
– Finalmente, ‘Memento Mori’ nos ayuda de forma efectiva a eliminar el miedo. Si podemos erradicar el miedo a la muerte habremos erradicado la mayor fuente de sufrimiento humano.
Según Epicteto, “La fuente de muchos males del hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte”. El miedo paraliza, nos impide disfrutar de las bondades del momento y acrecienta el egoísmo.
El miedo a la muerte desaparece porque vemos que no tenemos nada significativo que dejar. Ya no tememos a la pérdida. Lo único de valor es el presente vivido en forma consciente.
Temerle a la muerte en realidad es muy necio y carece de sentido. Según Epicuro, “El peor de los males, la muerte, no significa nada para nosotros, porque mientras vivamos no existe, y cuando está presente, nosotros no existimos”.
No deberíamos temer a la muerte sino a no haber vivido.
En tiempos actuales de tantos extremos emocionales en la sociedad, memento mori es extraordinariamente útil porque nos enseña a ver las cosas sin tanto sentimiento, egoísmo, u odio. Nos da claridad en nuestro propósito de vida y nos aleja del dogmatismo.
Normalizar la muerte y verla como algo intrínseco de la vida nos inspira gratitud hacia la vida por cada minuto obsequiado, y revitaliza y prioriza el deseo de aportar algo al universo.
Ejercicios
Hay tantas formas de recordar la propia mortalidad como pensadores hay en el mundo. Aquí te doy algunas ideas para tus meditaciones diarias:
– Imagina tu propia tumba. Ahí está tu nombre y obituario. Cómo te sientes al ver esto
– Visualiza un contador de actividades que te da la cifra de tiempo vivido y tiempo perdido. ¿Qué actividades te gustaría suprimir y cuáles aumentar?
– Reflexiona sobre la frase ‘No tengo tiempo’. ¿Es cierto que no tienes tiempo o estás derrochándolo en cosas inútiles? ¿O tal vez quieras descansar demasiado?
– Visualiza que estás volando sobre tu vida. La miras desde arriba. Mira desde arriba si aún siguen siendo tan importantes tus preocupaciones por fama, poder, dinero y apariencia. ¿Son tan importantes tus expectativas?
– Lleva un diario para que anotes tus reflexiones, meditaciones sobre tus acciones y angustias. Si fueras a morir en una semana, ¿qué cosas no harías?
– Escribe, ojalá diariamente, las cosas por las que estás agradecido en ese momento. ¿Aún te sientes injustamente tratado por la vida?
– Visualízate viejo y acabado. ¿Te importa tanto tu apariencia?
– Tener recordatorios de muerte, con imágenes de calaveras o de tumbas. No será fácil olvidarte de la muerte.
– Visualiza y repite la frase ‘Memento Mori’ como un mantra, cuando haces la meditación. La repetición ayuda a interiorizarla, especialmente cuando pasas por reconocimientos, éxitos o adulaciones.
– Imaginar a alguien susurrándote al oído ‘Memento Mori’, recuerda que morirás, en momentos de angustia.
– Visita regularmente cementerios y lee todos los obituarios, especialmente de gente famosa que fue bella y millonaria.
En conclusión, ante una realidad tan pesada como es la muerte, lo mejor es aceptarla y afrontarla con gratitud y acostumbrarnos a su presencia.
Artículo escrito por Beatriz Rodríguez para VCSradio.net
Fuentes: Portal Vivirtiendo.com y Ram Talks
Portada: Carlos Morales G. para VCSradio.net
Puedes leer más artículos de Cultivando el Espíritu, como «Recuerda que morirás: ‘Memento Mori’», haciendo Click aquí.