Desde el 2013, cuando Xi Jinping subió a la presidencia de la República Popular china, las religiones, grupos étnicos y espirituales, han sufrido un intenso control y terrible persecución con el fin de obligar a la gente a seguir las políticas y doctrinas del gobierno.
China, el peor violador de la libertad religiosa en el mundo
La Organización PEW (Banco de Iglesias de Estados Unidos) tiene clasificado al régimen chino en la parte superior del índice de restricciones gubernamentales dentro de un estudio en 198 países, donde ha señalado a China como el peor violador de los derechos humanos y la libertad religiosa en el mundo, y siempre ha estado encabezando la lista desde que se fundó PEW.
Dentro de las numerosas investigaciones realizadas por PEW, al gobierno chino, desde que usurpó el poder, ha prohibido el desarrollo de las religiones y se ha dedicado durante casi 100 años a perseguir y torturar a su propio pueblo tratando de quitar de la mente la parte divina de las personas, lo cual es la esencia fundamental de la existencia de la humanidad.
El informe del año 2018 de PEW, centra sus investigaciones y pruebas de una brutal represión a los derechos individuales haciendo énfasis en la cruel persecución a las religiones, afirmando que el gobierno chino por decreto ha fundado un ministerio especial para perseguir a las religiones.
Violan el artículo 36 de la constitución
El Dr. Tsering Topgyal, miembro de PEW y profesor de la universidad de Birminghan indica que no se explica por qué tanto abuso y violación a los derechos humanos, y la libertad religiosa; más aún, cuando en el artículo 36 de la Constitución de la República Popular China estipula que: “los ciudadanos de la República Popular China gozan de libertad de creencia religiosa” y “el Estado protege las actividades religiosas normales”, pero el gobierno autoritario, en la práctica la desconoce, sobre todo en el gobierno de Xi Jinping.
El partido comunista chino ha estado cooptando religiones para alinearlas con los intereses del partido, por lo cual los templos y sus fieles deben seguir las normas del gobierno en base a lo que llaman “Estación de práctica de la civilización para una nueva era”; este nuevo reglamento para asuntos religiosos se firmó el 20 de agosto de 2017 y entró en vigor el 1 de febrero del año 2018, lo cual tiene como objetivo la “sinización o asimilación” de las religiones al estado, eliminar de las mentes la fe y tratar de inculcar el pensamiento político del presidente Xi Jinping, ordenando retirar estatuas e imágenes religiosas de las iglesias y obligando a colocar una gran foto del presidente, si los fieles quieren mantener el lugar; o de lo contrario el lugar debe ser cerrado, como lo informa la página web Bitter Winter en un artículo del 6 de enero del 2019.
Destrucción de lugares sagrados
En octubre del año pasado, el “Departamento de Asuntos Religiosos” de la ciudad de Putian ordenó transformar el primer piso de la iglesia para hacer una iglesia de la “Nueva Era”. De igual forma, para cumplir sus objetivos, ha realizado asaltos a lugares de cultos religiosos, ha ordenado destruir miles de templos a lo largo del país e incluso, ha ordenado derribar gigantescas estatua como por ejemplo, la destrucción de la estatua del buda Guanyin, esculpida en piedra de 59 metros de altura, una verdadera obra de arte, la cual era venerada por millones de devotos, y allí se encontraba el templo Huang´an en la provincia de Hebei, de acuerdo a Bles.com en un artículo del 4 de marzo del 2019. En mayo del año pasado, otra estatua de 27 metros de altura situada en la ciudad de Jinjia fue bombardeada y según los reportes de Bitter Winter, hasta el momento se han derribado más de 500 estatuas de budas algunas con un valor artístico incalculable.
La prohibición de las religiones y grupos espirituales en el último año se ha vuelto muy intensa, han prohibido toda practica de cultos religiosos, han invadido templos budistas de dos mil años de antigüedad, derribaron siete mil cruces de iglesias cristianas, encarcelan a las personas de fe para torturarlas, e incluso, han detenido a 2 millones de uigures y kasajos y los tienen en campos de concentración en la provincia de Xinjian, realizando trabajo esclavo, así mismo ocurre con los practicantes del grupo espiritual Falun Dafa, que, como no tiene sitios específicos; entonces se dedicaron a encarcelar a los practicantes, para torturarlos y extraerles los órganos incluso estando vivos.
La sinización
Por último, en una entrevista el DR Tsering afirmó: “Si nos fijamos en los problemas del Tíbet, Xinjiang y las políticas hacia los budistas y musulmanes, podemos ver que hay una agenda clara de sinización. Bajo Xi-Jinping, el PCCh ha impulsado la sinización de la religión o ha moldeado todas las religiones para que se ajusten a las doctrinas del partido oficial y las costumbres de la mayor parte de la población”, según informó la Administración Central Tibetana.
(Fuentes: Bles.com, PEW, y la revista Bitter Winter sobre la libertad religiosa. Redacción: Alvaro Sierra A.)