7:20 minutos. Una novedosa tecnología puede ser un aliado eficaz de la ciencia para la lectura de nuestras emociones.
¿Quiere saber si la gente miente? La tomografía infrarroja le despeja la duda
Recientemente, el equipo de investigación del Centro Mente, Cerebro y Comportamiento, CIMCYD, de la Universidad de Granada, España, informó sobre sus avances en el desarrollo de una técnica para conocer si alguien miente, o el nivel de amor que se siente, por medio de la tomografía infrarroja, que analiza el nivel corporal de diferentes partes del cuerpo.
En cuanto a este difícil tema, desde hace ya casi cien años se ha utilizado el polígrafo, el cual se enfoca en el registro de las variaciones del ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, los estímulos nerviosos y otras reacciones corporales para detectar si la persona interrogada está mintiendo ante las preguntas que se le formulan.
Pero nunca se ha considerado que este aparato tenga completa validez científica, pues como solo mide variables fisiológicas, en general provocadas por el grado de nerviosismo, no se puede tener completa certeza de si ese nerviosismo proviene de la conciencia de estar mintiendo, o simplemente por la situación en que el interrogado se encuentra. Así mismo, un mentiroso profesional lo puede engañar fácilmente.
Ahora bien, el método desarrollado por el equipo del CIMCYD va más allá, pues mide la radiación infrarroja reflejada por la piel humana, o sea la temperatura de la piel en determinadas zonas del cuerpo, ante pruebas cognitivas o emocionales. En estos cambios se reflejan los estados mentales y sentimientos, o sea, la interacción entre el sistema nervioso central y el sistema nervioso autónomo.
Al respecto, el Profesor Emilio Gómez Millán, autor del informe sobre este tema en el sitio web The conversation, afirma que el método ofrece un 80% de exactitud y menos del 20% de falsas alarmas.
Los tres componentes
En este informe nos cuenta cómo, para el caso de las mentiras, estas son un fenómeno cognitivo de tres componentes. En primer lugar, está la carga mental, producida por el esfuerzo de elaboración de la mentira. Esta carga mental activa el lóbulo frontal, lo cual se asocia con subidas térmicas en la frente y en los lados de la cara.
En segundo lugar, encontramos el nerviosismo, que es la activación del sistema nervioso autónomo simpático, producido por el acto de engañar. Este nervosismo se relaciona con la respuesta de estrés y se mide en la punta de la nariz. Si domina la activación parasimpática, la temperatura de la nariz se eleva. Pero si se impone la activación simpática (respuesta de lucha o huida) la temperatura desciende. Es lo que se conoce como efecto pinocho.
En tercer lugar, se encuentra el deseo de causar una impresión positiva en el oyente. Este interés de convencer se relaciona con la subida térmica de las mejillas, como cuando nos sonrojamos por vergüenza.
Por lo tanto, si en un interrogatorio, alguien muestra dos de estos tres efectos térmicos, con toda seguridad, está mintiendo.
Diferentes comportamientos
Para el caso del amor, también hay tres componentes, que son la pasión o deseo, la intimidad o ternura y el compromiso social o expectativa de duración de la relación.
Analizando estos componentes, vemos que la pasión desencadena un aumento térmico de la cara, manos y pecho. La intimidad produce una bajada de temperatura del torso, pecho y abdomen. El compromiso social solo produce un pequeño enfriamiento en las manos.
Naturalmente, lo anterior son solo las aplicaciones más destacadas del sistema, pero también se pueden verificar muchos otros comportamientos. Por ejemplo, se puede saber si una persona sufre depresión, conocer si hay afinidad ideológica y si se siente culpa o frustración.
También se puede saber si el sujeto es introvertido o extrovertido, si es neurótico, y otros rasgos de personalidad. Se puede anticipar si sus decisiones son tomadas en forma impulsiva o calculada. Igualmente, si ante un dilema moral, su comportamiento es egoísta o altruista.
Inclusive, anota el Profesor Gómez Millán, se podría, mediante esta prueba, saber si alguien es maltratado, si sufre estrés postraumático si es un pederasta, o si es afín al terrorismo, de acuerdo a la respuesta térmica.
Finalmente, afirma el Profesor que se siguen desarrollando nuevas líneas de investigación, dadas las enormes posibilidades que se abren con este sistema y las múltiples respuestas que nuestro cuerpo expresa ante diferentes estímulos.
Es claro que, de arrojar resultados positivos, el sistema de tomografía infrarroja podría ser un aliado invaluable no solo en la lucha contra el crimen, sino en la investigación médica y sicológica y muchas más que afectan nuestras relaciones sociales y nuestros comportamientos cotidianos.
Escrito por Carlos Morales G. para VCSradio.net
Música: https://danosongs.com/ – The experiment
Foto portada tomada de Eltiempo.com
Narración: Javier Hernández
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