La nueva Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que prioriza la preservación de la vida de los bebés nacidos con vida, tras haber sido víctimas de intentos homicidas con prácticas abortivas.
Los intentos de 210 representantes demócratas de hundir el proyecto de ley no fueron suficientes, y los republicanos hicieron su aporte provida, durante la votación realizada el 11 de enero, en Washington.
El proyecto llevaba años siendo presentado, pero los progresistas lo atacaron implacablemente en cada votación.
Si bien la aprobación final depende del posterior voto ante el Senado, todavía es posible que culmine con éxito para los bebés a los que se les niegan los servicios médicos al nacer vivos en estos atentados contra ellos.
Ahora, la postura de los demócratas es aún más decisiva, y de ellos dependerá no “quedar ante el país como defensores del asesinato de recién nacidos que tuvieron la mala suerte de que su madre haya intentado abortarlos”.
Al nacer con vida en tan difíciles circunstancias, los bebés serán investidos de personería jurídica, con derecho a las protecciones de las leyes estadounidenses, al igual que los demás recién nacidos.
Es de recordar que, actualmente, los bebés nacidos vivos tras un intento fallido de aborto son dejados para morir, en 16 de los 50 estados. Mientras que solo quince estados brindan completa seguridad a los bebés que nacen con vida, después de que esta se les intente arrebatar en el útero de sus madres. De acuerdo con la página de Worldometer, en el mundo, el aborto fue la principal causa de muerte en el 2022, mayor a cualquier otro motivo. Indica que ocurrieron más de 44 millones de abortos, aunque la cifra podría ser mayor. Esta tendencia se ha sostenido durante varios años.
Impedir el nacimiento de los bebés de esta manera violenta, se considera parte de la agenda progresista, que intenta cambiar a la fuerza las bases sociales que acompañaron a la humanidad durante la mayor parte de la historia.
Los vínculos del progresismo con el comunismo se hacen cada vez más evidentes. La familia es uno de los objetivos principales en esta guerra ideológica, al ser el pilar fundamental en cualquier sociedad. El comunismo de la mano de Marx considera a la familia como una forma de propiedad privada que debe ser abolida. Y para desintegrarla, nada mejor que destruirla desde adentro.
Esta modalidad destructiva de la sociedad avanza por Latinoamérica a pasos agigantados.
Por ejemplo, la coalición del presidente Gabriel Boric, intenta manipular el concepto de mujeres, algo que responde también a la agenda progresista. En este caso, busca omitir la palabra mujer y niega su naturaleza humana, por lo que la izquierda del Congreso chileno aprobó un proyecto que la reduce solo a “persona menstruante”.
La iniciativa iría en detrimento de la mujer, y en favor de las mujeres trans, no binarios, queer y de otras variantes de géneros que nacieron con sexo femenino, mantienen su anatomía de mujer y su ciclo menstrual, pero no se consideran como tales. Así lo presentó su diputada, Emilia Schneider, el año pasado.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net
Narración: Ignacio Lo Bello B.
Foto de portada: Pixabay